TIEMPO EN PENSAMIENTO: una semana, desde el segundo uno tras acabar la grabación del podcast que grabé el lunes 9 de junio con Elena Lodos.
TIEMPO DE ESCRITURA: unas tres horas.
TIEMPO DE LECTURA: entre 5 y 6 minutos.
TIEMPO DE REFLEXIÓN: tantas veces como nos enfrentemos a una primera vez. Y la siguiente y la siguiente…
Cuando salieron las primeras 777 palabras en movimiento de esta newsletter una amiga me llamó para ver cómo me sentía después del “lanzamiento”. También para decirme que no había entendido muy bien aquel primer texto. Te confieso que yo tampoco sabía muy bien qué quería contar. Tenía un hilo del que tirar pero la idea sobre la que desarrollaba la reflexión era profunda y me faltaron palabras.
Esas que no te fallan cuando sí tienes claro qué quieres decir.
Aunque no me importó. Tenía claro mi objetivo y este no era conseguir un texto perfecto, ni si quiera hacerlo bonito para la lectora. Mi objetivo era empezar con mi compromiso de escribir cada domingo.
Creemos que lo difícil es hacer algo por primera vez cuando lo difícil viene después, teniendo que sostener el proceso.
Desde entonces, cada domingo la newsletter ¿Y si…? llega a los buzones de quiénes han elegido leerme. Aunque no siempre tenga clara la escritura.
Lo que quieres decir está ahí, aunque las palabras no se ordenan hasta que algo hace click y lo sientes dentro.
Por eso, cuando no sé sobre qué escribir me alejo del ruido, apago la luz, cierro los ojos y miro dentro de mí.
Antes de sentarme a escribir el texto de hoy, por ejemplo, he bailado esta canción. Después, dejándome la desgana sacudida, me he sentado en el escritorio y he activado la función repeat en Spotify. Con la música sonando en los cascos; el dedo índice izquierdo sobre la F y el derecho sobre la J sobre el teclado he cerrado los ojos y me he concentrado solo en el ritmo. Las clases de mecanografía cuando era pequeña me permiten esta conexión con la respiración, la música...
Encontrar tus palabras no es hablar ni escribir bonito: es tener claro quién eres y por qué haces lo que haces.
Es tan fácil perdernos en el camino, olvidándonos de nuestro compromiso y del foco que nosotras mismas pusimos ahí para iluminarnos que da miedo. Y perdona, pero es igual de fácil pararte un segundo a respirar y conectar contigo. Aunque a veces de más miedo aún…
Esta semana se ha publicado el episodio número 47 del podcast ‘Autoliderazgo cíclico’ de
y yo soy la entrevistada.Conozco a Elena desde hace unos años. La mayoría de nuestras conversaciones giran en torno a la ciclicidad, el emprendimiento y la comunicación y, sin embargo, nunca nos habíamos puesto a charlar sobre ello con un micro grabando.
Supongo que mis palabras no se habían ordenado del todo hasta ahora…
Me presentó como periodista de formación, escritora y mentora de comunicación con los pies bien en la tierra. Mencionó algunas de esas partes de mí que he rechazado durante mucho tiempo como habilidades y nos entregamos a la charla reflexiva.
«Cuida, sostiene, nos devuelve la confianza para avanzar cuando dudamos y nos hace querer escucharnos a nosotras mismas…», comentaba al inicio. Qué curioso —o no tanto— que justo al terminar aparecieran los fantasmas. Esos que yo ayudo a contener supuestamente:
«¿Habré sido demasiado intensa? He terminado el podcast disculpándome, vaya tela… Y no has sabido ni deletrear tu nombre, cuando no fallas ni una normalmente y crees que, de ser estadounidense, habrías ganado siempre los concursos esos de deletrear palabras… Parece que has ido a vender, chica. ¿Pero habré explicado bien el nuevo servicio? Jo, que es buenísimo y llevabas años reuniendo confianza para este momento… ¡Te has quedado en blanco en mitad de una frase, ya te vale!
Bla… bla….blan…»
A veces creemos que lo difícil es hacer algo, olvidándonos de que lo difícil en realidad viene después: soltar el resultado y sostener la duda.
La luz de mi foco con esta newsletter es escribir. Escribir cada semana, tenga más o menos claro qué contaré; guste más o menos, me salga una escritura más fluida o no… ¡Y hacerlo desde mi voz propia!
¿Y la luz de mi foco dónde apuntaba al decir sí a salir en un podcast?
Reconocerme agobiada después de terminar nuestra charla me ha hecho reflexionar sobre este foco: permitirme ser vista; con mis luces, mis sombras y mi movimiento vital.
Estaba olvidándome de dónde apunta la luz del faro: hablar desde mi verdad, totalmente subjetiva e igualmente válida.
Como decía, encontrar tus palabras no es hablar bonito: es sostener tu compromiso contigo misma cuando los fantasmas aparecen. Es recordar que tu verdad, aunque imperfecta, merece ser escuchada.
Y sí, después viene lo difícil: la duda, la autocrítica… ¿Cuánto cuesta el primer paso y cuánto los siguientes? Quizás necesitamos pararnos un momento para respirar y dejar que las palabras se vuelvan a colocar en su lugar.
Gracias, Elena, por la invitación y el espacio para la reflexión en voz alta.
Para quien no la conozca, ella es psicóloga especializada en la mujer madre emprendedora. Acompaña a aceptar, sentir y comprender las emociones que nos invaden y a escuchar la sabiduría del cuerpo al ritmo de las hormonas. Para eliminar el famoso burnout. Para vivir con paz mental y equilibrio emocional, aprendiendo a ser nuestro propio refugio seguro.
Os dejo su web por aquí, así podéis ver los programas que tiene, apuntaros a su newsletter, seguirla en redes… ❤️ https://www.elenalodos.com/