Hoy no es un día mágico. No me he levantado especialmente ‘ganosa’. He cancelado la clase de weightlifting, que suena muy cool pero no es más —ni menos— que una clase de levantamiento de peso específica en el box de Crossfit. Me apetecía y aún pienso que tendría que haber ido pero no tenía ganas de mojarme. Estoy cansada de la lluvia. O más bien: estoy cansada de no respirar en el rayo de luz que se cuela y me da impulso…
Sigo con la bata y las pocas ganas de ir a trabajar PERO…
Hoy es el día en el que rompo el ¿y si abro el chat de Substack?
Hasta ahora no había encontrado un ‘para qué’ lo suficientemente importante así que estaba en la lista de cosas que quiero hacer pero no termino de hacer.
El run-rún de fondo: cuando encuentre el sentido perfecto; cuando no sea otra cosa que empezar y abandonar; cuando tenga algo que aportar; cuando tenga más lectoras/suscriptoras/seguidoras; cuando monte el club; cuando tenga algo más estable…
Y el momento se diluye, el propósito nunca es suficiente ni perfecto. Y mis ganas en el cajón. Una y otra vez.
El patrón
El otro día le escribía a una amiga que estoy cansada de ser yo. Ella me decía que admiraba mi capacidad de conocerme y ponerle palabras a lo que siento, pienso… y que reconocerme y aceptarme así nunca es una maldición (aunque a ratos sea bastante incómodo).
Seguro que no soy la única que «está cansada de ser yo». El problema nunca es ser nosotras, es querer dejar de serlo y no aceptarnos. El problema es esperar algo idílico, esa es la trampa. Nunca pasará tal cuál y por eso cualquier cosa que pase será insuficiente.
«Si estás esperando algo idílico entonces, cualquier otra cosa que pase, será insuficiente», mi terapeuta.
Necesito dejar de acumular ideas encerradas en el bucle de —> no es suficiente —> qué van a pensar —> no quiero ser repetitiva —> tampoco pionera. —> ¿Entonces? La idea se pierde y se suma a la lista de pendientes y frustración.
Quiero experimentar y aprender que no puedo estar 100% segura de algo para hacerlo así que inicio este chat con miedo al rechazo sin darle (mucha más) vuelta.
¿Y SI…? EL CHAT: es un espacio exclusivo para suscriptoras.
Es un espacio para la conversación, es el foro para soltar y compartir. Yo no gobierno nada aquí, cada una se gobierna a sí misma.
Además de esto, «solo sé que no sé nada».
Cómo unirte, cuestiones técnicas
Necesitas la App de Substack. Los hilos del chat no se envían por email como sí recibes las newsletters. Si no eres usuaria tendrás que hacerte un perfil, claro. Funciona como cualquier otra red social y, con suerte, puedes leer a otras autoras y autores.
*También puedes acceder de la web.
Abre la aplicación y haz click en el icono de conversación, el que he rodeado en la imagen :) Parece un bocadillo de conversación en la barra inferior y verás una fila para mi chat dentro.
¡Y listo! Te espero dentro para saludarnos. 👋🏼
Si tienes cualquier duda puedes responder este email y preguntarme.
Las 777 palabras en movimiento de los domingos y la reseña menos reseña del mundo seguirán enviándose con normalidad. Esto solo es un extra si te apetece.
Posdata: hacerlo imperfecto es mejor que no hacerlo. Y equivocarse no es el fin del mundo.