Tengo un juguete nuevo y una idea destinada al fracaso
¿Y si equivocarnos fuera el camino más rápido hacia el éxito?
TIEMPO EN PENSAMIENTO: una chispa vete tú a saber cuándo exactamente y un par de días más :)
TIEMPO DE ESCRITURA: un par de horas y algo más para revisar.
TIEMPO DE LECTURA: entre 5 y 6 minutos.
TIEMPO DE REFLEXIÓN: tantos errores como aceptemos, cada día más rápidos y con menos sufrimiento.
No sé tú pero yo estoy cansada de tener la permanente sensación de que nada es suficiente… También estoy cansada de sacar el látigo a pasear y venga “tras tras” por todo lo que no estoy haciendo y lo mucho que me queda por mejorar…
A comienzos de año me prometí seguir abrazando la imperfección como modo de vida. En marzo mi terapeuta me preguntó: «¿cuánto rechazo puedes afrontar?». Hablábamos sobre ese miedo a no ser perfecta, a no encajar, a no gustar y, por supuesto, a equivocarme.
Entonces, me puso deberes: hacer algo con miedo al rechazo sin darle mucha vuelta. Tenía (y tengo) que aprender a que no puedo esperar estar segura 100% de algo para hacerlo.
Movida por aquella tarea, hace unos meses lancé el chat de conversación de Substack. Fue un día corriente, llovía y te lo conté aquí.
Lo curioso es que no pasó NADA y, a la vez, pasó TODO.
¿Y si equivocarnos fuera el camino más rápido hacia el éxito?
Apenas ha tenido movimiento así que podríamos decir que fue un fracaso, ¿no? Sin embargo, lejos de pensar que así fue, siento que es un intento más que suma en la transformación de las creencias más profundas. Esas que nos impiden hacer taaaaaaaaaaantas cosas.
Las creencias:
Si te equivocas es que no eres tan buena. Si fracasas es que eres idiota. Si no eres especial, ¿para qué mirarte? No mereces la pena. Qué ridícula. Si no haces lo que se espera es que te estás equivocando y no te van a querer.
«Si pudieras aceptar que la perfección es imposible, ¿con qué dejarías de obsesionarte?»
Rupi Kaur
Antes me enfadaba mucho ver que tenía intentos repartidos aquí y allá. Como si la única posibilidad fuera una, como si tener múltiples intereses y momentos vitales fueran un fracaso en sí mismos.
Ahora empiezo a reconciliarme con la idea de que cada intento me acerca a mí más y más.
Sin esas tentativas estaría desconectada. No tendría ensayo, prueba y error. Ni perspectiva al mirar atrás. Ni puntos aparentemente inconexos que unir para contar mi historia.
Mi terapeuta, me preguntó cuando nos conocimos cuál era mi premisa para ir a su consulta: «Dejar de pelearme conmigo misma», contesté.
Aceptar y reconocerme en cada intento es dejar de pelearme conmigo misma y eso, lejos de ser un fracaso, es un éxito. O así lo veo yo hoy…
Aunque el cerebro no se reeduca en dos intentos así que, aquí va uno más.
La idea destinada al fracaso: escribir juntas.
Hace unos años, concretamente el 21 de enero de 2021, abrí un grupo de Telegram que titulé ‘Hablando entre nosotras’. Lo presenté como un refugio, un hogar libre. 💛
Es un canal lleno de fragmentos de vida y pequeños clicks. La escritura ahí contenida es una vuelta a mí misma. Así que, ¿por qué no volver a lo que nos hace bien? A aquello que abandonamos quizás por poner el foco en el resultado y no en la intención que nos mueve…
Quiero probar siete días seguidos a escribir cada día bajo una única pregunta: ¿Cómo estás?
La propuesta es hacerlo juntas y dedicarnos un momento para estar con nosotras misma. Más o menos largo, no importa. ¿Desde cuándo una pausa exige un cronómetro?
La escritura automática es una de las fórmulas más sencillas que conozco para conectar conmigo. No hace falta saber escribir, no hace falta nada. Bueno, una libreta y un bolígrafo. O un iPad y un lápiz en el mío.
Hace una semana me compré el pack tecnológico y no sé si devolverlo porque no encuentro muchísima utilidad así que voy a probar ahí.
No he pensado mucho más. Ya me lo advirtió mi terapeuta en los deberes: «no le des mucha vuelta, pregúntate cuánto rechazo puedes afrontar y no esperes a estar segura 100% para hacerlo».
Lo peor que puede pasar es que escriba yo sola y nadie más se sume a esta escritura conjunta. Y ahora que lo leo escrito es que no hay fracaso posible porque conectar con una misma siempre es un éxito.
La pregunta que más me interesa es: ¿qué es lo mejor que puede pasar?
Te unes aquí al canal de Telegram.
Durante siete días seguidos desde mañana, publicaré mi propia escritura automática y te invitaré a hacerlo tú también. Recuerdo la única premisa: preguntarte cómo estás. Igual incluyo algún juego o propuesta más. No lo sé y no importa.
El foco está claro: escribir y conectar contigo.
¿Qué viene después? En el movimiento están las respuestas.
Y si equivocarnos fuera el camino más rápido hacia el éxito yo quiero empezar ya. ¿Te vienes a explorarlo?
Tan identificada con todo lo que has escrito🧡